Plan de Google para cambiar requisito de título universitario es lo que necesita la educación superior

Escrita el: 2020-09-02 09:12:48

Mi esposa y yo recientemente contratamos un asesor financiero que nos ayudara a proyectar nuestro futuro financiero.

Parecía sorprendido que no quisiéramos aprovechar la disposición 529 del código fiscal de Estados Unidos, que ayuda a los padres a ahorrar para la educación de sus hijos.

“Tienen tres hijos”, dijo. “Es probable que al menos uno vaya a la universidad. No hay que pensarlo dos veces”.

Sin embargo, nos oponemos. Me gusta reducir mis impuestos tanto como a cualquiera, pero la verdad es que tanto mi esposa como yo tenemos serias dudas sobre la educación superior. Aunque ambos fuimos a la universidad, hoy en día las opciones parecen menos prometedoras que antes.

La universidad podría haber sido algo “obvio” en un momento dado para los padres y estudiantes que pudieran costearla, pero ya no es así. El incremento de los costos, la inflación de las graduaciones, la disminución del valor de las titulaciones, la politización de los campus y un sinfín de otras cuestiones han hecho que los beneficios de la universidad, que antes eran evidentes, ahora sean menos claros.

A pesar de todo esto, una gran parte de mí todavía quiere que mis hijos vayan a la universidad porque siente que hay muy pocas opciones disponibles. Sin embargo, eso podría estar cambiando.
El esfuerzo de Google para cambiar el requisito de un diploma universitario

En julio, Kent Walker, vicepresidente senior de asuntos globales y director jurídico de Google, anunció en Twitter que la empresa estaba ampliando sus opciones de educación.

Fue una salva directa a la industria de la educación superior de Estados Unidos.

“Los títulos universitarios están fuera del alcance de muchos estadounidenses, y no se debería necesitar un diploma universitario para gozar de una seguridad económica”, escribió Walker en el blog de Google. “Necesitamos soluciones nuevas y accesibles de capacitación laboral —desde programas vocacionales mejorados hasta educación en internet— para ayudar a Estados Unidos a recuperarse y reconstruirse”.

Es difícil imaginar que alguien se enfrente a la industria de la educación superior de 600 mil millones de dólares. Sin embargo, una rápida mirada al modelo de Google muestra por qué las universidades deberían preocuparse.

Google ha lanzado varios cursos profesionales que ofrecen formación para trabajos específicos de alta remuneración que tienen una gran demanda. Los graduados del programa pueden obtener un “Certificado de Carrera de Google” en uno de los siguientes empleos: gestor de proyectos (93,000 dólares), analista de datos (66,000 dólares) y diseñador de experiencia de usuario (75,000 dólares).

Aunque Google no ha dicho cuánto costaría obtener un certificado, si se acerca al certificado de profesional de asistencia de tecnología de la información (TI) de Google, el costo es bastante bajo, especialmente al compararlo con el de la universidad.

Ese programa de soporte de TI de Google le cuesta a los inscritos 49 dólares al mes. Eso significa que un programa de seis meses costaría unos 300 dólares —con lo que muchos estudiantes universitarios pagan solo los libros de texto en un semestre, según señala la revista Inc.

Compare ese precio con el de la universidad, donde los estudiantes pagan en promedio unos 30,000 dólares al año cuando se tienen en cuenta la matrícula, la vivienda, el alojamiento, la comida, los impuestos y otros gastos.

A diferencia de la universidad, Google no solo le dará un diploma y lo despachará. La compañía ha prometido ayudar a los graduados en sus búsquedas de trabajo, conectándolos con empleadores como Intel, Bank of America, Hulu, Walmart y Best Buy.

Los graduados también podrán acceder a uno de los cientos de oportunidades de aprendizaje que la empresa ofrece.

¿Vale la pena la universidad?

En economía, usamos un término simple para hablar de algo que vale la pena: el valor. Sabemos que el valor es subjetivo. Pero si los consumidores compran algo libremente, esto sugiere que los consumidores le darán a ese bien un valor más alto que el precio que pagan por él.

Sin embargo, juzgar el valor de un título es difícil. No es como comprar un filete en una tienda de alimentos. Los compradores generalmente están protegidos de los costos a corto plazo, y los beneficios de la compra se extienden a lo largo de muchos años.

Sabemos que para muchos estudiantes, la universidad es una maravillosa inversión que aumenta sus ganancias, mientras que para otros resultará en una mala inversión porque no se gradúan o adquieren habilidades laborales que no se traducen en mayores ganancias. (Por ejemplo, yo trabajé como barman después de recibir mi título universitario; no gané más dinero porque tenía un título).

También sabemos que los precios y el valor cambian con el tiempo. En el caso de la educación superior, los precios han aumentado considerablemente en los últimos 30 años mientras que el valor ha disminuido.

Como señaló Arthur C. Brooks en The Atlantic en julio, de 1989 a 2016, los costos en matrícula y cuotas de la universidad aumentaron en un 98 por ciento en dólares efectivos (ajustados a la inflación), unas 11 veces el ingreso medio de los hogares.

Al mismo tiempo, hay pruebas convincentes de que, si bien el precio de la universidad está aumentando considerablemente, el valor de los títulos está disminuyendo debido a un excedente de diplomas universitarios.

Para padres como yo, la idea de gastar 350,000 dólares para enviar a mis tres hijos a la universidad es, para ser francos, un poco nauseabunda. En igualdad de condiciones, no veo el valor de eso. (Sin embargo, como le digo a mi esposa, esto no significa que no enviaré a mi hijo a Princeton si lo admiten, y creo que es la universidad adecuada para él en particular). En los últimos dos años, cada vez que pensaba en el futuro de mis hijos, me sentía cada vez más nervioso.

Si no es la universidad, ¿entonces qué? ¿Por qué no hay mejores opciones? Hay una gran necesidad.

Lo bueno de los mercados libres es que las necesidades no se quedan sin satisfacer por mucho tiempo. En un sistema libre, la innovación tiene una forma de llenar los vacíos para satisfacer lo que los consumidores quieren.

La expansión del sistema de acreditación de Google ofrece dos cosas que los jóvenes (y sus padres) valoran mucho: 1) habilidades de capacitación laboral y 2) prestigio.

No subestimen el poder de este último. El prestigio importa mucho. De hecho, cuando se observa la educación real que muchos estudiantes universitarios reciben hoy en día, el prestigio es lo que compran, no la educación.

El valor de los títulos podría haber disminuido durante años, pero los padres y los hijos todavía podían racionalizar los costos excesivos porque había una cierta cantidad de estatus y reconocimiento conferido simplemente por estar en la universidad y luego graduarse.

Reenviado por Redacción / #MásClaro

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